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Prueba del cajón anterior y posterior

Las pruebas de cajón sirven para valorar la integridad de los ligamentos cruzados de la rodilla, tanto el ligamento cruzado anterior (LCA) como el ligamento cruzado posterior (LCP).

 

  • Material necesario: Una camilla de fisioterapia. Si la prueba se realiza en el suelo, necesitaremos disponer de una colchoneta o esterilla.
  • Procedimiento: El sujeto debe situarse tumbado en posición decúbito supino (boca arriba), con las caderas en flexión de 45º y las rodillas en 90º. Los pies apoyados sobre la camilla o esterilla. La posición de evaluador debe permitir fijar o bloquear el pie del sujeto evaluado. A partir de esta posición, el evaluador debe tomar con ambas manos el extremo proximal de la tibia, de tal forma que se abraze la epífisis proximal con los dedos y los pulgares queden a la altura de la interlínea articular. A partir de la posición indicada, deberemos aplicar una fuerza de empuje en la dirección de la maniobra que permita comprobar la integridad y grado de afectación en relación a la estabilidad de la rodilla. De este modo, para la maniobra de cajón anterior aplicaremos una fuerza hacia adelante y, por el contrario en el cajón posterior, lo haremos hacia atrás.
  • Evaluación: Las pruebas se considerarán anomales o positivas cuando exista un desplazamiento excesivo de la meseta tibial en la dirección de la maniobra realizada. De lo contrario, las pruebas se considerarán normales o negativas.

  • Observaciones: Se aconseja valorar la posición de la tibia antes de la evaluación. En la prueba de cajón anterior la rodilla debe permanecer en posición neutra y, en la prueba de cajón posterior, se aconseja valorar también con la tibia en rotación interna y externa. La musculatura deberá estar relajada.

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