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La lesión de músculos isquiotibiales es una de las más concurridas en el mudo del fútbol debido mayormente a sobrecargas musculares y exceso de desgaste. Teniendo en cuenta que el fútbol es uno de los deportes que demanda mayor exigencia física durante 90 largos minutos, los músculos y articulaciones de las piernas son los que mayor afectación tienden a sufrir.

Por otra parte, son varias las prevenciones que se pueden tomar ante los altos niveles de desgaste que puede generar una temporada. Y si tú quieres conocer las técnicas para cuidar y prevenir lesiones de isquio, en este post tendrás la información que necesitas para conocer más a fondo estos músculos, sus funciones y las mejores formas de cuidarlos ante una posible sobrecarga o desgarre.

Como entrenador profesional siempre es bueno contar con una mano amiga para la programación de entrenamientos y mucho más, si este es tu caso, utiliza una aplicación para entrenadores de fútbol que te ayudará a gestionar todo lo relacionado al funcionamiento estratégico de tu equipo y mucho más.

Índice de contenidos

¿Qué son los músculos isquiotibiales?

Son un grupo de 3 músculos que conforman el isquiotibiales, estos se ubican en la parte posterior del muslo y conectan la pelvis con la rodilla y continúan hacia la tibia, precisamente de aquí parte el origen del nombre isquiotibial, de la tuberosidad isquiática o isquio (una parte de la pelvis donde surgen los músculos) y donde se insertar luego de su trayecto descendente en la tibia, por ello “tibiales” es el complemento de la palabra compuesta “isquiotibiales” (en plural por tratarse de 3 músculos).

Ahora bien, estos 3 músculos son conocidos como semimembranoso, semitendinoso y el bíceps femoral, en este mismo orden se ubican lateralmente desde el borde interno hasta el externo de la cara posterior del muslo.

¿Cuál es su función?

Los 3 músculos conocidos como isquiotibiales, son de carácter “vía articulares” ya que surgen de la pelvis y finalizan en la tibia, teniendo gran influencia en los movimientos articulares de la cadera y la rodilla.

Tanto el músculo semimembranoso como el semitendinoso, parten del isquion hasta llegar a la tibia (pasando por la articulación de la rodilla), mientras que el bíceps femoral parte desde el mismo lugar, pero culmina su trayecto en la cabeza del peroné.

Las funciones de los isquiotibiales son:

  • Flexión de la rodilla: son los músculos encargados de ejercer la fuerza para la flexión de esta importante articulación.
  • La extensión de la cadera: estos músculos tienen gran influencia en el movimiento y extensión tanto del muslo como de la cadera, debido a que su origen parte del isquion, el cual es una parte de la pelvis. Esta conexión permite que los músculos ejerzan la fuerza necesaria para la extensión de la cadera completa.

Lesión de isquiotibiales

La lesión de isquiotibiales se genera mayormente por el exceso de carga sobre alguno de los 3 músculos que lo componen. Ahí puede generarse una sobrecarga muscular que estalle en un simple tirón, en una microrrotura o en un desgarro, cada una peor que la otra.

Ejemplo de futbolistas profesionales con lesión de isquio

El fútbol ha evolucionado mucho en las últimas dos décadas y cada vez surgen más competiciones o partidos que se acumulan para la mayoría de los clubes importantes del mundo a nivel profesional.

Esta acumulación de partidos dentro de un mismo año calendario, supone un aumento considerable en el desgaste físico del atleta, y si a esto le sumamos la presión de los medios de comunicación y un montón de factores de estrés que la mayoría de los profesionales deben soportar, queda claro el motivo por el cual muchos jugadores son víctima de esta lesión y todos terminamos viendo como generalmente se vuelven esclavos de la misma durante un tiempo prolongado.

Y es que a pesar de haber sanado la lesión, es un músculo que una vez se siente por un gran desgaste, está propenso a recaer si no tienen los cuidados correctos, por eso, existen casos como el del joven atacante francés del F.C Barcelona, Ousmane Dembelé, un talentoso jugador que desde que sufrió su primera lesión de isquio, no volvió a ser el mismo.

Quizá por miedo a recaer o por que le cuesta retomar las condiciones, el hecho es que es un grandísimo jugador que no ha podido salir victorioso ante la lesión.

Ya su bíceps femoral ha sufrido en reiteradas ocasiones un desgarro (una rotura de los tejidos) y aparentemente, no se ha regenerado el músculo adecuadamente. Por ese motivo, al intentar retomar la actividad física, el músculo vuelve a romperse.

Es una complicada lesión muscular que debe ser tratada con mucha atención y profesionalismo médico.

¿Cómo prevenir lesiones de isquiotibiales?

A pesar de que parezca una idea totalmente aislada de lo que representa la lesión en sí, la parte mental del atleta juega un papel fundamental ante la prevención de lesiones de isquiotibiales.

Por eso es un trabajo del entrenador mantener a sus jugadores mentalmente enfocados. Adicionalmente, los ejercicios aplicados antes y después de los entrenamientos son muy importantes, ya que estos buscan preparar el músculo para la acción de forma previa, así como también relajarlo y estirarlo adecuadamente al finalizar la actividad.

Para esto existen herramientas de entrenamiento ampliamente recomendadas como el Foam Roller, para que el jugador trabaje con su propio peso y aplique una especie de automasaje en los músculos que reciben mayor desgaste durante sus entrenamientos y partidos oficiales.

El consumo de abundante agua es importante para mantener el cuerpo hidratado y libre de lesiones musculares. La falta de hidratación en un partido puede ser influyente en lesiones de este tipo.

Hacer un programa de entrenamientos balanceado, permite que los jugadores tengan el desgaste justo y necesario para estar a tope al momento de un partido. El consumo de calcio y vitaminas C y D es muy importante para el mantenimiento del sistema muscular en general. Esto aunado a una buena alimentación, puede ayudar a evitar lesiones musculares en los atletas de alto rendimiento.