El rugby es un deporte colectivo y de contacto. Se basa en el juego limpio y el cumplimiento de las reglas, así como valores de integridad, solidaridad, disciplina y respeto. Los integrantes de cada equipo se dividen en delanteros o forwards y defensas o backs. Estos últimos incluyen el medio melé o scrum half, el apertura, dos centros y el ala o wing, entre otros.
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¿Quién es la apertura en rugby?
Es el jugador que recibe el pase del medio melé después de las diferentes formaciones del juego. Generalmente usa el número 10. Desde ese momento, establece la táctica a cumplir. Demuestra gran destreza para efectuar pases, tacklear y ejecutar patadas tanto defensivas como ofensivas.
Características del apertura
En virtud de la importancia, debe reunir una serie de habilidades y cualidades que lo describen. A continuación se identifican las siguientes:
- Es el cerebro del equipo.
- Cumple un papel decisivo en la dirección del juego de ataque.
- Toma las mejores decisiones para enfrentar a la defensa continuamente.
- Posee una gran técnica individual e inteligencia táctica.
- Intuye el juego y sabe cómo actuar en grupo para desequilibrar la defensa y atacar la dimensión débil del adversario.
Diferentes aperturas: factores a considerar en cada momento
Ellos se encargan del juego ofensivo. El éxito del ataque depende de su eficacia para implementar las estrategias más efectivas. En consecuencia, deben ajustar distintos factores que le permitan imponer su táctica, entre ellos destacan los siguientes:
Profundidad del ataque
Establecer la profundidad del ataque ya que el espacio existente entre la defensa y la ofensiva es fundamental. Por tanto, se debe situar donde tenga el tiempo y área suficiente para ejecutar los movimientos esperados. Asimismo, debe ubicar el ataque cerca de la defensa para facilitar el avance.
Igualmente, no puede estar muy alejado porque el equipo tendría problemas para ganar la línea de ventaja. Naturalmente la posición variará por la calidad del balón, si es rápido o lento, así como por el juego establecido, ubicarse más lejos o más cerca. Se recomienda no complicar a la defensa.
Enfoque de juego y toma de decisiones
Tener una visión de juego precisa y habilidad para tomar decisiones apropiadas sobre la ofensiva. El 10 debe descubrir el punto débil de la defensa para enfocar allí el ataque. Una labor básica es saber dónde atacar. Para ello debe identificar superioridades, fallos posicionales, errores transitorios en las cortinas defensivas, entre otros.
En este punto, el trabajo del entrenador es vital porque es el encargado de fomentar en los jugadores asertividad en el juego. Actualmente, hay aplicaciones para entrenadores de rugby que permiten mejorar las técnicas y estrategias para proyectar los posibles escenarios de juego que se puedan presentar.
Pases de calidad
Ejecutar pases de calidad, cortos, largos, a la izquierda o a la derecha. Todo fallo al respecto restringe las iniciativas de ataque. Un buen pase coloca al jugador en el lugar y momento justos. También aporta tiempo extra al siguiente jugador para controlar el pase de balón o realizar una acción individual.
Ofensiva en torno a la defensa
El apertura debe jugar en torno a la línea defensiva para que el ataque sea decisivo. De modo que comprometa a la defensa. De lo contrario, permitirá que ésta cierre los espacios centrales y externos de la cancha.
Tiene que provocar inseguridad en la defensa para que no identifiquen las tácticas. Por tanto necesita jugar con determinación y arrastrar las marcas para que sus compañeros puedan avanzar.
Destreza individual de penetración
Para atacar con determinación, el 10 debe tener la capacidad de romper la defensa cuando el momento lo exija. Una apertura con destreza de penetración crea numerosos problemas en la defensa, puesto que intimida las iniciativas de ataque.
Dos condiciones obligatorias son la habilidad evasiva debido a movimientos rápidos de pies. La velocidad facilitará que se escape de los defensores y aproveche el más mínimo espacio.
Recomendaciones para el candidato a apertura
- Comprender el juego. Intuir las razones para patear, pasar y correr, así como exigirle al medio scrum para que suelte la pelota rápido, lento o no lo pase. Debe estar preparado para intimidar a quienes son mucho más grandes y corpulentos.
- Dirigir el partido. Además de ser un pateador de drops, el apertura debe controlar el partido. Visualizar lo que ocurre a su alrededor, principalmente con los oponentes. Tener una intuición aguda y velocidad de pensamiento.
- Pasar es más importante que patear para desarrollar un rugby mucho más abierto. Debe ser hábil con ambas manos que permita implementar un juego fluido.
- Aprender a advertir el espacio para dar el pase correcto. Cuanto más rápido sea el pase, menos tiempo de reacción tendrá el defensa.
- Patear con ambos pies. Las aperturas deben practicar patear la pelota con la derecha y la izquierda. De esta manera evitarás que te empujen del lado menos hábil a la hora de golpear el balón.
- Ganar tiempo para evitar la presión de la defensa. Debes ponerlos a pensar sobre la jugada en rugby a realizar. En caso de lluvia o mucho viento y se requiera ganar espacio, hay que evitar patear la bola.
- Tener una mente rápida y habilidad instintiva para el juego es más importante para una apertura que contar con el físico y la fuerza de las demás posiciones. Perfeccionar técnicas del juego y elegir la más adecuada en el lugar y momento oportunos lo hará un jugador efectivo.