¿Estás aprendiendo natación y te preocupa no saber flotar lo suficiente? Es una de las dudas más comunes en esta disciplina. La flotación es un tema tan importante que ha sido abordado desde varios enfoques científicos para mejorar la hidrodinámica de nadadores profesionales.
Aquí te presentamos 5 trucos para que aprendas o mejores tu técnica en una piscina o en una playa.
Índice de contenidos
¿Por qué se flota en el agua?
Antes que nada, es necesario entender por qué y cómo se produce la flotación de una persona en el agua, siendo este factor el elemento clave de la autonomía de movimientos en el agua y la supervivencia en situaciones de vida o muerte.
Aunque actualmente existe una variedad de recursos mecánicos y tecnológicos para aprender a nadar o a enseñar, como esta aplicación para entrenadores de natación, lo más recomendable siempre será entender la hidrodinámica de los movimientos y practicar frecuentemente las técnicas.
Para que una persona flote, se debe lograr un equilibrio entre dos fuerzas: la gravedad y el empuje. Esta noción tiene su origen en el principio de Arquímedes que establece que “todo cuerpo sumergido dentro de un cuerpo líquido experimenta una fuerza ascendente llamada empuje, equivalente al peso del líquido desalojado”.
Dicho de otro modo, un objeto se hunde si su peso es mayor al peso del líquido desplazado o flota si tiene un menor peso. Y dicha capacidad afecta determinantemente el rendimiento de un nadador.
Sin embargo, también se debe tener en cuenta la densidad del líquido, en este caso, del agua. La densidad del agua en condiciones normales suele ser de 1000 kg/m3. Esto incluye a ríos y piscinas. Por su parte, la densidad del agua de mar es de unos 1027 kg/m3 debido a la salinidad. La densidad del agua del mar hace que sea más fácil flotar en ella.
5 trucos para mejorarla en natación
Advertencia: para evitar accidentes, estos movimientos sólo deberían practicarlo personas que sepan nadar o que al menos tengan flotadores.
Como tantas habilidades, se puede aprender y mejorar con práctica. A continuación, te presentamos algunos trucos que mejoran la hidrodinámica para nadar:
Flotación boca arriba
Este ejercicio es ideal para personas que están aprendiendo a flotar porque es más seguro y requiere de estabilidad y concentración. Ambos elementos son clave para nadar mejor.
También llamado “flor” o “estrella”, se logra con los siguientes pasos:
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- Posición inicial: de pie en el agua.
- Doblar las rodillas e inclinar el cuerpo hacia atrás.
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- Los hombros deben quedar bajo el agua y la cara semi-sumergida hasta las orejas.
- Estirar y levantar las rodillas lentamente.
Es un ejercicio que requiere de relajación donde la respiración es imprescindible. Por eso, se recomienda respirar profundamente 3 veces antes de practicarlo.
Posición de medusa
El objetivo de esta posición es mejorar la estabilidad de dicha posición. Consiste en posicionarse boca abajo mientras se encogen las piernas y se rodean con los brazos. La clave de este ejercicio es la relajación del cuerpo y la respiración, ya que con los pulmones llenos de aire se logrará que lentamente flote a la superficie. Se recomienda practicarlo en una piscina.
Flotación ventral con movimiento
La ventral o frontal consiste en flotar boca abajo en el agua. Posición inicial: de pie en el agua.
- Estirar los brazos al frente.
- Dar un impulso hacia adelante con los brazos estirados por encima de la cabeza mientras te metes en el agua.
- Mantener la respiración un momento mientras la cara está sumergida.
- Con el cuerpo totalmente relajado, se observará cómo las piernas poco a poco irán subiendo a la superficie del agua.
Posición de flecha
Con este ejercicio, lo que se busca es mejorar el movimiento y la hidrodinámica, elementos claves para generar estabilidad y velocidad para nadar.
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- Posición inicial: de espalda contra la pared.
- Estirar los brazos al frente y colocar un pie sobre la pared.
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- Estirar los brazos hacia adelante y por encima de la cabeza, en forma de flecha.
- Sumergir la cara en el agua.
- Dar impulso con el pie que está apoyado en la pared, lo que provocará el desplazamiento hacia adelante.
- Las piernas deben estar inmóviles, eventualmente comenzarán a bajar a medida que el movimiento termine, allí termina el ejercicio.
Transición entre posición de medusa a estrella
Este es el ejercicio más efectivo para desarrollar equilibrio. Consiste en hacer una transición entre la posición de medusa estando boca abajo a la posición de estrella (boca arriba). No es apto para principiantes, se recomienda practicarlo en piscina y a profundidad media.
- Posición inicial: medusa, boca abajo.
- Lentamente, girar los hombros y los brazos para rotar el cuerpo sobre su propio eje.
- Los pies no deben tocar el fondo.
- El cuerpo debe permanecer en posición horizontal sobre el agua.
Es un ejercicio que puede resultar un poco retador. El cuerpo necesita estabilidad en su centro de gravedad para poder hacer el giro sobre su eje o de lo contrario se perderá la posición horizontal.